martes, 30 de septiembre de 2008

Madrid Centro


Cuando en 1561 Felipe II decidió trasladar la Corte a Madrid quedó marcado el destino de lo que hasta entonces había sido un reducido núcleo urbano de limitadas funciones. A partir de aquel momento la pequeña villa medieval fue creciendo en consonancia con su papel político, hasta llegar a ser la primera ciudad de la monarquía de los Habsburgo por su número de habitantes a mediados del siglo XVII. Madrid se convirtió por una decisión real en la capital del mayor imperio de la época. Fue el fenómeno de la capitalidad el factor que desde entonces determinó la trayectoria histórica de Madrid. Un fenómeno ajeno a la propia dinámica de la villa fijó las pautas de su devenir histórico. Desde entonces y hasta bien entrado el siglo XIX, cuando se afirmó la sociedad liberal, Madrid quedó marcado por una dualidad que se proyectó a la largo de los siglos, la dualidad Corte-ciudad. Una realidad dual con múltiples interacciones entre los dos niveles constitutivos del espacio urbano y social de la ciudad. La capitalidad significó la desarticulación de la red urbana tradicional vigente en el siglo XVI, que con centro en Toledo había organizado los intercambios y las funciones económicas en una ajustada pirámide justificada por variables de tipo económico e histórico, fundamentadas en la primacía religiosa y política de Toledo desde la Edad Media. Lacapital imperial articuló su dinámica interna y su proyección sobre su hinterland regional en función de la estrategia de conservación de la estructura imperial, por lo que una parte considerable de la renta canalizada hasta Madrid se proyectaba posteriormente hacia la realización de este objetivo.

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